Hay un cielo más allá
mucho, mucho más allá
de cualquiera de nuestros firmamentos.
A millones, trillones de años luz
de la galaxia eficaz de nuestra mente.
Yo aquí sobrevolando mares de dudas
en busca de mistica-incognita serena,
siendo emisor, receptor sin descanso.
Ojala pudiésemos fluir como cadenas
de eslabones de lógica.
Hay un cielo más acá
mucho, mucho más acá.
El de esos mundos que estamos destruyendo.
No hay ninguna justificación.
No me sirve más razón
que esa que no estamos teniendo.
Cierro la noche, polifonía discreta
del frotar de sierra de los insectos.
Cierro la noche, cierro.
Cierro la noche, me arropo bajo constelaciones
y miríadas de sueños. Lacrado a los colores iridiscente.
Resplandores de una calma duradera
en un sueño de planeta pequeño. Cierro la noche.
Hay un cielo más allá
mucho, mucho más allá
de la galaxia parcial de nuestra mente.
Y observar huellas marcadas en el barro del deshielo
o seguir con la mirada caravanas de camelias
es tanta locura junta
o menor que la voracidad y la desmesura del mundo.
Y ahora vuelvo a la tarde asturiana que declina
a escanciar lo que queda de un paisaje sin vaques.
La plenitud de los sentidos, la alegría
lejos de las grandes urbes del imperio.
Hay un cielo más acá
mucho, mucho más acá
sin todo los errores que estamos cometiendo.
Habría un cielo más azul
mucho, mucho más azul
que esta locura de los últimos tiempos.
Taken from AlbumSongAndLyrics.comCierro la noche, polifonía que alegra
a esas horas altas en que el mundo se para.
Cierro la noche, cierro.
Cierro la noche que desde el sueño todo es sencillo
si hay serenatas de violines y bandurrias
bajo ventanas entreabiertas.
Entre sueños, serenatas de guitarras
que anuncian que empieza la fiesta. Abro la noche.
Abro la noche.