Por si algún día te acuerdas de mí, y decides escribir algo así, estaba paseando por mi mente y te encontraba aquí.
Me preguntaba que sería de tí, ahora que el tiempo nos dejó decidir, a veces el pasado se arrepiente y quiere verte sentir.
Y los recuerdos esperando en un rincón del pensamiento, decidiendo su momento y cuando menos te lo esperas aparece lo que anhelas vives por revivir.
Este mi derroche de melancolía, no olvidaré que estubieste en mi vida, es la promesa eterna de un amante, que aseguraba siempre recordarte.
Tal vez el tiempo te ha hecho feliz, algunas veces creo que yo si lo fuí, que tu formastes parte de mi vida, aprendimos a vivir. Hoy añoraba un abrazo de tí y mil palabras que no supe decir, espero que tu luz siga brillando y te den lo que no dí.
Hoy miraba con más fuerza aquella lejana estrella, que elegimos como nuestra, y sin apenas darme cuenta alumbraba mi existencia, preguntaba por tí.
Este mi derroche de melancolía, no olvidaré que estubieste en mi vida, es la promesa eterna de un amante, que aseguraba siempre recordarte. Esta es mi caricia en forma de poesía, que donde estes sientas la fantasía, de alguien que dio todo por contentarte y te recuerda desde alguna parte.
Me preguntaba si sabré decidir, pues hace tiempo que no se compartir, me asusta volver a encontrarme lejos de lo que me hace feliz. El destino es quien decide las verdades del amor entre dos, pero queda algún motivo que no cabe en el olvido...
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Este mi derroche de melancolía, no olvidaré que estubieste en mi vida, es la promesa eterna de un amante, que aseguraba siempre recordarte. Esta es mi caricia en forma de poesía, que donde estes sientas la fantasía, de alguien que dio todo por contentarte y te recuerda desde alguna parte.