Esta tarde te vi, por la calle caminabas, Sin darte cuenta que mis ojos, entre el gentío te buscaban, Y anduve tras de ti largo rato, con mis ojos puestos sobre el niño que de la mano llevabas. Y retrocedió el tiempo, retrocedió a las noches en que me amabas a las noches en que hablábamos sin palabras, sólo con amor, con la mirada, me vi besando tu pelo, tu frente, tu garganta, jugando con el humilde collar que un día te regalara; y sentí tus manos en las mías, tu aliento, tus besos en mi cara tu sonrisa feliz, y sin quererlo escuché de nuevo esas palabras, esas palabras simples de pareja enamorada, cuando me diga ?papá? ay amor cuando me diga ?papá? que dicha grande la mía, con cuanto agradecimiento voy a abrazarte querida, cuantas veces me tendrás dando gracias de rodillas, dándole gracias a Dios, al cielo por tanta dicha, porque es mi niño el que habla, por que es mi niño el que ríe, por que es mi hijo el que llora, si, porque iba a ser mi hijo y tú, y tú serías mi esposa, que hermosas hubieran sido para los tres las mañanas, hubiéramos correteando jugueteado por la casa y habríamos roto cosas, mientras mamá, mientras mamá nos retaba. Hoy ha pasado ese tiempo, otro tiempo nos separa, y es otro niño, ese niño que de la mano llevabas; ya no eres esa mujer de la orgullosa elegancia, ya no eres esa muchacha que de mi brazo paseara, con la sonrisa feliz y la frente levantada, hay tristeza en tu semblante hay vejez en tu mirada y yo, yo tampoco soy el mismo, mi juventud ya se ha muerto, está marchita mi cara, marchita del sufrimiento que la soledad depara, esta tarde te vi ¡cuánto dolor en mi pecho! Cuantas ganas de gritar este grito que ahora siento, cuantas ganas de romper el transcurrir del tiempo, de detener los relojes para no seguir sufriendo; cuantas ganas de gritar la verdad que estoy viviendo, por que es mentira que vivo, por que hace mucho estoy muerto. Por que no tengo ni hogar ni esposa ni el niño mío. Por que en el calor del mundo mi ser se muere de frio, por que nada puede ser, por que ha sido un sueño mío, ya no volverán las noches en que rondaban los trinos, los trinos de mil zorzales cantándole a nuestro niño; ese niño que en mi pecho solamente había nacido, es por eso que esta noche en mi cuarto de soltero, quiero arrojar este llanto quiero gritar lo que siento quiero culpar a la vida por todo este sufrimiento, por que no fue culpa mía y Dios sabe que no miento. Quiero gritar mi verdad que nunca feliz he sido. Que me perdone la vida si soy malagradecido que me perdone mi Dios por lo que ahora le pido ¡Quiero morirme esta noche! Total, total no tiene sentido el que yo siga viviendo, si hace mucho que no vivo, déjame Señor morir, es todo lo que te pido, para acunar en mi sueño, para acunar en mi sueño al hijo que no he tenido, al hijo que no he tenido.