"Cuenta la historia de un hombre que al parecer era extraño. Porque este hombre iba por la calle y besando todo. Iba por la calle y besaba las aceras, las farolas, los semáforos, los coches? besaba a los transeúntes que pasaban a su lado. Besaba a los policías, besaba las paredes de las casas, su puerta, las escaleras que conducían hacia su piso? besaba todo. Y las autoridades le consideraron peligroso porque no podía ser un hombre que fuera besando a todo el mundo por la calle. Le consideraron extraño y peligroso y decidieron encarcelarlo.
Y lo metieron en la cárcel y aquel hombre extraño besaba las paredes de barro, besaba los barrotes, besaba a su carcelero, besaba la ración de comida que le daban todos los días, el jergón en el que dormía? besaba el suelo y el techo. Puesto que veían las autoridades que no recapacitaba que no cambiaba su conducta y decidieron ponerle fin y ejecutarle pues aquel hombre por ser así era extraño y peligroso.
Así fue, y beso a los ejecutores y beso las balas que le mataron. Le enterraron en una loma en lo alto y desde aquel día y desde el cielo los pájaros descubrieron que al mundo le habían nacido labios."
El hombre extraño
Era extraño aquel hombre,
o por tal lo tomaron,
porque besaba todo
lo que hallaba a su paso.
Besaba a las personas,
al perro, al mobiliario
y mordía dulcemente
la ventana de un cuarto.
Cuando salía a la calle
le iba besando al barrio
las esquinas, aceras,
portales y mercados,
y en las noches de cine
(también las de teatro)
besaba su butaca
y las de sus costados.
Por estas y otras muchas
los cuerdos lo llevaron
donde nadie lo viera,
donde no recordarlo,
y cuentan que en su celda
besaba sus zapatos,
su catre, sus barrotes,
sus paredes de barro.
Taken from AlbumSongAndLyrics.comUn día sin aviso,
murió aquel hombre extraño
y muy naturalmente
en tierra lo sembraron.
En ese mismo instante,
desde el cielo, los pájaros
descubrieron que al mundo
le habían nacido labios.