En mi viejo San Juan, cuántos sueños forjé en mis noches de infancia. Mi primera ilusión y mis quitas de amor, son recuerdos del alma.
Una tarde me fui, así a extraña nación, pues lo quiso el destino. Pero mi corazón se quedó frente al mar, en mi viejo San Juan.
Adiós, adiós, adiós Boriquen querida, dueña de mi amor. Adiós, adiós, adiós diosa del mar, mi reina del palmar.
Me voy, ya me voy, pero un dia volveré a buscar mi querer. A buscar mi querer, a solar otra vez en mi viejo San Juan.
Pero el tiempo pasó y el destino burló mi terrible nostalgia. Y no pude volver al San Juan que yo amé, pedacito de patria.
Mi cabello blanqueó, ya mi vida se va, ya la muerte me llama. Y no quiero morir alejado de tí, Puerto Rico del alma, adiós.