Una troka salió de Durango a las dos o tres de la mañana.
Dos muchachas muy chulas llevaban coca pura y también marihuana
pero se disfrazaron de monjas paí poderla llevar a Tijuana
Los retenes de la carretera a las monjas no las revisaban
tal vez era respeto al Convento pero nunca se lo imaginaban
que eran dos grandes contrabandistas que en sus barbas la droga pasaban;
El agente que estaba de turno en aquella inspección de Nogales
por lo visto no era muy creyente y en seguida empezó a preguntarles
que de donde venían ñ ídis que traivanî dijo el jefe de los federales
Muy serenas contestan las monjas, vamos rumbo de un orfanatorio
y las cajas que ve usted en la troka son tecitos y leche de polvo
destinados paí los huerfanitos, y si usted no lo cree pues ni modo.
Dijo el jefe de los federales ñ ívoy a hacer el chequeo de rutina
yo les pido disculpa hermanitas pero quiero sacarme la espina
yo presiento que la leche en polvo ya se les convirtió en cocaínaî.
Con un gesto de burla el agente se arrimo y les dijo a las monjitas
-íyo lo siento por los huerfanitos, ya no van a tomar su lechita
ahora díganme como se llaman, si no es mucha molestia hermanitasî-
Una dijo me llamo Sor Juana la otra dijo, me llamo íSorpresaî
y se alzaron el hábito a un tiempo y sacaron unas metralletas
y mataron a los federales y se fueron en su camioneta.
Taken from AlbumSongAndLyrics.comEn Durango se buscan dos monjas que ya no han regresado al Convento
y una cosa sí les aseguro, que llegaron con el cargamento,
por ahí dicen que están muy pesadas, y que viven allá en Sacramento.