Mi corazón es escarcha,
Que se funde ante el fuego,
De tu llama tan falsa,
Que me hunde en el miedo.
De ya no saber,
Ya nunca de ti.
Mi amor se derrama,
Y te haces el ciego,
El que nunca ve nada,
No te creo ni el Credo,
Que rezas de noche,
Pidiendo por mí.
Y yo aquí desplazada,
Y por dentro quemada,
No es nada el infierno,
Si ya no te tengo.
Coro.
Y otra vez relegada,
A buscar en la nada,
Lo que en ti yo busqué,
Y jamás encontré.
Una vez olvidada,
En el fondo del alma,
Porque en ti yo confié,
Y mi vida entregue,
Sin pensar nunca en mí,
Y por ti la perdí.
Tú razón no descansa,
Por tener lo que tengo,
Por verme en la trampa,
Tirada en el suelo,
Sin ponerme de pie,
Llorando por ti.
Pero estoy cambiada,
La piel bien cerrada,
Y pasajes al vuelo,
A buscar otro sueño.
Coro.
Y otra vez relegada,
A buscar en la nada,
Lo que en ti yo busqué,
Y jamás encontré.
Una vez olvidada,
En el fondo del alma,
Porque en ti yo confié,
Y mi vida entregue,
Sin pensar nunca en mí.
Ya no tiene sentido,
Seguir el camino,
Si estoy relegada,
A la pena y olvido.
Coro.
Y otra vez relegada,
A buscar en la nada,
Lo que en ti yo busqué,
Y jamás encontré.
Una vez olvidada,
En el fondo del alma,
Porque en ti yo confié,
Y mi vida entregue,
Sin pensar nunca en mí,
Una vez olvidada,
En el fondo del alma,
Porque en ti yo confié,
Y mi vida entregue,
Sin pensar nunca en mí,
Y por ti me perdí.