Las luces de la ciudad tu rostro el cielo la mesa que me sirvió para escribirte to` estos versos Santiago de frente y yo que te adoraba estrella que junto a ti me iluminaba y me dejaba sin aliento sin mi pedacito de viento me dejaba sin el habla con la cual te conquisté.
Mi china, mi estrella, mi eterna doncella, mi pedazo de tierra, mi paz. Mi azul mi diamante, mi esperma flotante, mi lluvia de sexo mi ajuar. La luz de mis ojos sin duda mi antojo, mi paz entera mi ilusión, mi ilusión.
Tu piel se impuso a mi piel caí en tu abismo, esclavo confeso soy de tu terrible magnetismo, Santiago de frente y yo que no quería soltarme de tu cintura todavía, ni caer en la agonía de no tener más tus labios, mortifica y hace daño no poderte retener.
Mi china, mi estrella, mi eterna doncella, mi pedazo de tierra, mi paz. Mi azul mi diamante, mi esperma flotante, mi lluvia de sexo, mi ajuar. La luz de mis ojos, sin duda mi antojo, mi paz entera mi ilusión. La luz de mis ojos, sin duda mi antojo, mi paz entera mi ilusión, mi ilusión.