No es lo mismo el otoņo en Mendoza
hay que andar con el alma hecha un niņo
comprenderle el adios a las hojas
y acostarse en su sueņo amarillo.
Tiene el canto que baja a la acequia
una historia de duendes del agua
personajes que un día salieron
a poblarnos la piel de tonada.
La brisa traviesa se ha puesto a juntar
suspiros de nubes cansadas de andar
esta lluvia que empieza en mis ojos
no es más que un antojo de la soledad.
Es posible encontrar cada nombre
en la voz que murmuran los cerros
el paisaje reclama por fuera
nuestro tibio paisaje de adentro.
Con la tarde volver en gorriones
a morirse de abrazo en el nido
y tener un amigo al costado
para hacer un silencio de amigos.
Taken from AlbumSongAndLyrics.comLa tarde nos dice al llevarse al sol
que siempre el recuerdo lo inicia el adiķs
para quien lo ha vivido en Mendoza
otoņo son cosas que inventķ el amor.