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Perdóname, pero pasaba por aquí
y no sé por qué mis pasos me trajeron a tu calle.
Y como ayer también me tuve que mentir,
porque me aferro al movimiento de tu talle y ya ves,
después de todo yo sin ti no sé vivir
que ni se diga que también pueda mentir.
Y alguna vez te lo tendía que decir
aunque de veras te parezca un poco tarde
que yo sin ti soy un velero echa’o al mar
al que cortaron el timón y media vela y ya ves,
que tu corriente hizo que anclara aquí a tus pies,
aquí en tu puerta, aquí en la acera de tu calle
Qué rayos hago aquí
si no te tengo a ti,
qué tanto duele aquí,
mira que es todo un arte poder
ir aguantando así,
el fuego que hay en mí;
lo tengo que decir:
mi vida es un desastre sin ti.
¡Ay! soy un desastre sin ti;¡ay! un desastre sin ti…
Perdóname, pero lo tengo que decir,
y si no pude antes darte algún detalle
será porque no sé si diste la ocasión
de discutir el tema que a los dos atañe y tal vez,
sea mi culpa que de noche y a tus pies
le dé calor y dé cobijo otra sangre, y ¡joder!.
Mira que bien quedó tu nombre en el carnet
Y cuida bien de no perderte algún detalle
Perdóname pero pasaba por aquí
y no sé por qué mis pasos me trajeron a tu calle.