Con el viento ya,
Se acerca un rumor,
En el cielo azul,
Se divisa ya la luz.
De un increíble amanecer,
Que las aves saludan ya,
Y en esa claridad,
Busco la verdad.
Madre me voy a la Sierra,
Madre dispuesto a luchar,
Me llevo un puño de tierra,
Pa´ recordar el hogar.
No llores madre, no llores,
No se puede remediar,
Matare si es necesario,
No asesinare jamás.
Por razones que no entiendes,
No te puedo decir mas,
Madre pariste a un hijo,
Que es un hombre nada mas.
Si la rosa se marchita,
No culpen al temporal,
Tampoco culpen al cielo,
Es que la han cuidado mal.
El corazón guerrillero,
Nunca se marchitara,
Pues contra los elementos,
Siempre se rebelara.
Recuerdas madre, de niño,
Que ante la muerte lloraba,
Que aunque fuera un pajarillo,
De lagrimas me bañaba.
Ese niño ya es un hombre,
Un hombre lleno de amor,
Seré noble en la batalla,
Pero firme y con valor.
Por las venas de mis hijos,
Mi herencia corriendo va,
Es la sangre del abuelo,
Que busca la libertad.
Para el revolucionario,
Solamente hay una gloria,
Con la frente muy en alto,
Cabalgara por la historia.
Recorrerá los caminos,
Por todos desconocidos,
Y aunque la muerte lo encuentre,
Jamás lo hallara vencido.
Por razones que no entiendes,
No te puedo decir mas,
Madre pariste a un hijo,
Que es un hombre nada mas.
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A parir madres latinas,
A parir mas guerrilleros,
Ellos sembraran jardines,
Donde habría basureros...