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EL CUMPLEAÑOS DEL TORDO <br />(Poema) <br />Autor: Rómulo Sanhueza <br />Música: Tito Fernández <br />Un día andaba paseando <br />el tordo con sus amigos <br />recogiendo semillitas <br />en un sembrado de trigo. <br /> <br />Y les contó que el domingo <br />tendría muchas visitas <br />porque estaba de cumpleaños <br />y haría una fiestecita. <br /> <br />Del viejo tordo del monte <br />dijo que había recibido <br />una herencia que quería <br />compartir con sus amigos. <br /> <br />Así es que comunicó: <br />¡están todos invitados! <br />y que no falte ninguno <br />pues leeré lo firmado. <br /> <br />Se fueron pronto juntando <br />los pájaros del lugare <br />para preparar la fiesta <br />y al buen amigo ayudare. <br /> <br />Emparejaron terreno, <br />hicieron una ramada, <br />y trajeron agua fresca <br />del fondo de la quebrada. <br /> <br />El pájaro carpintero (1) <br />les construyó el escenario <br />donde actuaría, invitado, <br />y cantaría, el canario (2). <br /> <br />Haría dúo con el chucao (3) <br />p'a cantar en esta fiesta <br />y así quedó construido <br />el sitio para la orquesta. <br /> <br />Del Norte llegó la suri (4) <br />la parina (5) y perdicilla (6) <br />que llegaron muy temprano <br />p'a agarrar la mejor silla. <br /> <br />Del sur vino la bandurria (7) <br />y el ñandú (8) muy enojado <br />por no recibir convite <br />reclamaba en todos lados. <br /> <br />Le explicó el siete colores (9) <br />que la culpa es del chucao <br />pues pasa siempre escondido <br />y nunca da los recados. <br /> <br />Igual, replicó la rara (10) <br />que tenía el mismo motivo <br />porque no daba la cara <br />pero igual había venido. <br /> <br />Toditos los convocados <br />se estaban acomodando <br />y la turca (11) y el chercán (12) <br />recién venían llegando. <br /> <br />¡Buen fiesta! ¡Buena fiesta! <br />decía el cortacorrientes (13) <br />mirando a la porotera (14) <br />que estaba parada al frente. <br /> <br />El cisne de cuello negro, (15) <br />la garza (16) y la codorniz, (17) <br />con su traje tan bonito <br />toreaban a la perdiz (18). <br /> <br />La diuca (19) con blusa blanca, <br />el jilguero (20) de amarillo <br />comentaba de su traje <br />que siempre ha sido sencillo. <br /> <br />La loica, (21) vestido rojo, <br />traje gris, la cuculí, (22) <br />y el trile, (23) con traje oscuro, <br />se paseaba muy feliz. <br /> <br />La cata (24) con la cachaña (25) <br />de traje verde vinieron <br />y el choroy (26) con el tricahue (27) <br />de igual color se vistieron. <br /> <br />(Siempre con la misma ropa, <br />pasan el año volando, <br />dijo, sin tino, el churrete (28) <br />que siempre la anda embarrando). <br /> <br />Después del aperitivo <br />empezó a tocar la orquesta, <br />ahora había motivo <br />y así comenzó la fiesta. <br /> <br />Hizo un anuncio el pitío (29) <br />que hacía de locutor, <br />¡Señoras y señoritas <br />ahora canta el picaflor! <br /> <br />Ahí reclamó la chirigua, (30) <br />pidiendo más maravilla <br />porque se la comió toda, <br />decía, la perdicilla (31) <br /> <br />La orquesta siguió tocando,. <br />Pronto llegó la comida, <br />había semilla y fruta <br />y una mesa bien servía. <br /> <br />En el lugar de los grandes <br />pusieron al aguilucho (32) <br />que miró en menos a todos <br />y le importaban un pucho. <br /> <br />Al gran cóndor (33) de Los Andes, <br />a la lechuza también, <br />al tucúquere (34) y al tiuque (35) <br />que se llevaban muy bien. <br /> <br />Cuando vino más comida <br />a sentarse llegó el chucho (36) <br />el que venía atrasado <br />aunque había volado mucho. <br /> <br />El jote (37) pedía asado, <br />el peuco (38) pidió pollito <br />el cernícalo (39) ratón <br />y el bailarín (40) lagartijo. <br /> <br />Vino el halcón (41) peregrino <br />porque llegaba de lejos <br />y como todos pedían <br />pidió el águila (42) un conejo. <br /> <br />Para servir oficiaron <br />garzas, de blanco vestidas, <br />para atenderlos a todos <br />se esmeraban y corrían. <br /> <br />El pato corta-corrientes (43) <br />se sentó al lado del cuervo (44) <br />por si servían pescado <br />p'a agarrar un congrio negro. <br /> <br />La gaviota (45) se ubicó <br />junto al martín pescador (46) <br />dijo que era buena yunta <br />porque comía mejor. <br /> <br />El guairao (47) preguntó <br />¿Traerán pescado del río? <br />asunto que, prontamente, <br />le fue confirmando el fío (48) <br /> <br />Diciendo que la noticia <br />la traía de la cocina <br />en donde de cocinera <br />estaba la becasina (49) <br /> <br />En la mesa del pellejo <br />se sentó la golondrina (50) <br />el gorrión (51) y la paloma (52) <br />porque eran de casa fina. <br /> <br />Así dijo la torcaza (53) <br />sentada junto al chincol (54) <br />la cuestión está malaza <br />porque este no bebe alcohol. <br /> <br />Al mesón de los cantores <br />el diucón (55) se fue a sentar <br />el zorzal (56) con el queltehue (57) <br />la tórtola(58) y el chercán (59). <br /> <br />De pronto muy enojada <br />se paró la tijereta (60) <br />porque dijo que el pequén (61) <br />le había mirado las tetas. <br /> <br />La tenca (62) empezó a cantar, <br />le siguió la cuculí, <br />y, de pié, entonaron todos <br />el Cumpleaño Feliz. <br /> <br />Ahí se entonó la fiesta, <br />con la comida y el trago, <br />y a todos los extranjeros <br />el tordo (63) fue presentando. <br /> <br />En primer lugar el tero (64) <br />que vino desde Argentina, <br />y que vino acompañado <br />porque traía una mina. <br /> <br />Al hornero (65) y al chajá (66) <br />que gritaba como loco <br />junto a otro pájaro, amigo, <br />que llegó del Orinoco. <br /> <br />Con la bulla no se oían <br />ni los nombres ni el país, <br />así es que no entiendo nada <br />se quejaba la perdiz. <br /> <br />Y le contaba a la tenca <br />que el águila americana (67) <br />por razones de trabajo <br />no llegaría hasta mañana. <br /> <br />(Alguien comentó que andaba <br />en el suelo ecuatoriano, <br />reprimiendo subversivos <br />que reclamaban más grano). <br /> <br />Entonces se paró un loro (68) <br />que venía desde Puno, <br />y dijo; cantemos todos <br />aunque no escuche ninguno. <br /> <br />A la hora de los postres <br />el tordo leyó el legado <br />que, p'a las aves del cielo, <br />su abuelo le había dejado: <br /> <br />Donde mandaba a los pájaros <br />permanecer muy unidos <br />p'a protegerse del hombre <br />su más feroz enemigo. <br /> <br />"Todos debían llevar <br />este mensaje a sus tierras, <br />que había que prepararse <br />antes que empiece la guerra. <br /> <br />Ya que el hombre ha envenenado <br />la comida y nuestra casa. <br />Yo sufro el mismo problema <br />testimonió la torcaza. <br /> <br />Ahí se emocionó el tordo <br />y alzó el puño desafiante <br />de México a Tierra del Fuego <br />habría que organizarse. <br /> <br />P'a que no vivamos, luego, <br />sin crías en nuestros nidos <br />¡Viva! gritaron a coro, <br />¡Volemos todos unidos!" <br /> <br />El tordo se quedó solo <br />cuando terminó la fiesta <br />y allí lo vieron llorar <br />junto al podio de la orquesta. <br /> <br />Abrazándose al discurso <br />que su abuelo le entregare <br />donde decía que el cielo <br />era de todas las aves. <br /> <br />Epílogo. <br /> <br />Así pasará a la historia <br />esta gran celebración <br />donde se llenó de cantos <br />el río Tinguiririca. <br />Ni la persona más rica <br />tuvo fiesta semejante <br />con más de ochenta cantores <br />todos del mejor talante. <br /> <br />Algunos se repelaron <br />de no haber ido a la fiesta, <br />el pato jergón (69) no pudo <br />por estar poniendo huevos, <br />tampoco vino el caiquén (70) <br />que andaba con el cachúo (71) <br />de farra junto al pidén (72) <br />trasnochando con el buho (73) <br /> <br />Ahí pues llegó calladita <br />la tagua (74) del altiplano, <br />y abrazados como hermanos <br />fueron a bailar a Quinta, <br />donde tanto zapatear, <br />con la garganta reseca, <br />hasta la gallina ciega <br />terminó bailando cueca. <br /> <br />Y aquí se termina el cuento <br />del cumpleaños del tordo, <br />donde el mensaje' e su abuelo <br />compartió con sus amigos, <br />chileno, bueno p'al vino, <br />de los campos de Colchagua, <br />declara su domicilio <br />justo al pié de una patagua.
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EL CUMPLEAÑOS DEL TORDO <br />(Poema) <br />Autor: Rómulo Sanhueza <br />Música: Tito Fernández <br />Un día andaba paseando <br />el tordo con sus amigos <br />recogiendo semillitas <br />en un sembrado de trigo. <br /> <br />Y les contó que el domingo <br />tendría muchas visitas <br />porque estaba de cumpleaños <br />y haría una fiestecita. <br /> <br />Del viejo tordo del monte <br />dijo que había recibido <br />una herencia que quería <br />compartir con sus amigos. <br /> <br />Así es que comunicó: <br />¡están todos invitados! <br />y que no falte ninguno <br />pues leeré lo firmado. <br /> <br />Se fueron pronto juntando <br />los pájaros del lugare <br />para preparar la fiesta <br />y al buen amigo ayudare. <br /> <br />Emparejaron terreno, <br />hicieron una ramada, <br />y trajeron agua fresca <br />del fondo de la quebrada. <br /> <br />El pájaro carpintero (1) <br />les construyó el escenario <br />donde actuaría, invitado, <br />y cantaría, el canario (2). <br /> <br />Haría dúo con el chucao (3) <br />p'a cantar en esta fiesta <br />y así quedó construido <br />el sitio para la orquesta. <br /> <br />Del Norte llegó la suri (4) <br />la parina (5) y perdicilla (6) <br />que llegaron muy temprano <br />p'a agarrar la mejor silla. <br /> <br />Del sur vino la bandurria (7) <br />y el ñandú (8) muy enojado <br />por no recibir convite <br />reclamaba en todos lados. <br /> <br />Le explicó el siete colores (9) <br />que la culpa es del chucao <br />pues pasa siempre escondido <br />y nunca da los recados. <br /> <br />Igual, replicó la rara (10) <br />que tenía el mismo motivo <br />porque no daba la cara <br />pero igual había venido. <br /> <br />Toditos los convocados <br />se estaban acomodando <br />y la turca (11) y el chercán (12) <br />recién venían llegando. <br /> <br />¡Buen fiesta! ¡Buena fiesta! <br />decía el cortacorrientes (13) <br />mirando a la porotera (14) <br />que estaba parada al frente. <br /> <br />El cisne de cuello negro, (15) <br />la garza (16) y la codorniz, (17) <br />con su traje tan bonito <br />toreaban a la perdiz (18). <br /> <br />La diuca (19) con blusa blanca, <br />el jilguero (20) de amarillo <br />comentaba de su traje <br />que siempre ha sido sencillo. <br /> <br />La loica, (21) vestido rojo, <br />traje gris, la cuculí, (22) <br />y el trile, (23) con traje oscuro, <br />se paseaba muy feliz. <br /> <br />La cata (24) con la cachaña (25) <br />de traje verde vinieron <br />y el choroy (26) con el tricahue (27) <br />de igual color se vistieron. <br /> <br />(Siempre con la misma ropa, <br />pasan el año volando, <br />dijo, sin tino, el churrete (28) <br />que siempre la anda embarrando). <br /> <br />Después del aperitivo <br />empezó a tocar la orquesta, <br />ahora había motivo <br />y así comenzó la fiesta. <br /> <br />Hizo un anuncio el pitío (29) <br />que hacía de locutor, <br />¡Señoras y señoritas <br />ahora canta el picaflor! <br /> <br />Ahí reclamó la chirigua, (30) <br />pidiendo más maravilla <br />porque se la comió toda, <br />decía, la perdicilla (31) <br /> <br />La orquesta siguió tocando,. <br />Pronto llegó la comida, <br />había semilla y fruta <br />y una mesa bien servía. <br /> <br />En el lugar de los grandes <br />pusieron al aguilucho (32) <br />que miró en menos a todos <br />y le importaban un pucho. <br /> <br />Al gran cóndor (33) de Los Andes, <br />a la lechuza también, <br />al tucúquere (34) y al tiuque (35) <br />que se llevaban muy bien. <br /> <br />Cuando vino más comida <br />a sentarse llegó el chucho (36) <br />el que venía atrasado <br />aunque había volado mucho. <br /> <br />El jote (37) pedía asado, <br />el peuco (38) pidió pollito <br />el cernícalo (39) ratón <br />y el bailarín (40) lagartijo. <br /> <br />Vino el halcón (41) peregrino <br />porque llegaba de lejos <br />y como todos pedían <br />pidió el águila (42) un conejo. <br /> <br />Para servir oficiaron <br />garzas, de blanco vestidas, <br />para atenderlos a todos <br />se esmeraban y corrían. <br /> <br />El pato corta-corrientes (43) <br />se sentó al lado del cuervo (44) <br />por si servían pescado <br />p'a agarrar un congrio negro. <br /> <br />La gaviota (45) se ubicó <br />junto al martín pescador (46) <br />dijo que era buena yunta <br />porque comía mejor. <br /> <br />El guairao (47) preguntó <br />¿Traerán pescado del río? <br />asunto que, prontamente, <br />le fue confirmando el fío (48) <br /> <br />Diciendo que la noticia <br />la traía de la cocina <br />en donde de cocinera <br />estaba la becasina (49) <br /> <br />En la mesa del pellejo <br />se sentó la golondrina (50) <br />el gorrión (51) y la paloma (52) <br />porque eran de casa fina. <br /> <br />Así dijo la torcaza (53) <br />sentada junto al chincol (54) <br />la cuestión está malaza <br />porque este no bebe alcohol. <br /> <br />Al mesón de los cantores <br />el diucón (55) se fue a sentar <br />el zorzal (56) con el queltehue (57) <br />la tórtola(58) y el chercán (59). <br /> <br />De pronto muy enojada <br />se paró la tijereta (60) <br />porque dijo que el pequén (61) <br />le había mirado las tetas. <br /> <br />La tenca (62) empezó a cantar, <br />le siguió la cuculí, <br />y, de pié, entonaron todos <br />el Cumpleaño Feliz. <br /> <br />Ahí se entonó la fiesta, <br />con la comida y el trago, <br />y a todos los extranjeros <br />el tordo (63) fue presentando. <br /> <br />En primer lugar el tero (64) <br />que vino desde Argentina, <br />y que vino acompañado <br />porque traía una mina. <br /> <br />Al hornero (65) y al chajá (66) <br />que gritaba como loco <br />junto a otro pájaro, amigo, <br />que llegó del Orinoco. <br /> <br />Con la bulla no se oían <br />ni los nombres ni el país, <br />así es que no entiendo nada <br />se quejaba la perdiz. <br /> <br />Y le contaba a la tenca <br />que el águila americana (67) <br />por razones de trabajo <br />no llegaría hasta mañana. <br /> <br />(Alguien comentó que andaba <br />en el suelo ecuatoriano, <br />reprimiendo subversivos <br />que reclamaban más grano). <br /> <br />Entonces se paró un loro (68) <br />que venía desde Puno, <br />y dijo; cantemos todos <br />aunque no escuche ninguno. <br /> <br />A la hora de los postres <br />el tordo leyó el legado <br />que, p'a las aves del cielo, <br />su abuelo le había dejado: <br /> <br />Donde mandaba a los pájaros <br />permanecer muy unidos <br />p'a protegerse del hombre <br />su más feroz enemigo. <br /> <br />"Todos debían llevar <br />este mensaje a sus tierras, <br />que había que prepararse <br />antes que empiece la guerra. <br /> <br />Ya que el hombre ha envenenado <br />la comida y nuestra casa. <br />Yo sufro el mismo problema <br />testimonió la torcaza. <br /> <br />Ahí se emocionó el tordo <br />y alzó el puño desafiante <br />de México a Tierra del Fuego <br />habría que organizarse. <br /> <br />P'a que no vivamos, luego, <br />sin crías en nuestros nidos <br />¡Viva! gritaron a coro, <br />¡Volemos todos unidos!" <br /> <br />El tordo se quedó solo <br />cuando terminó la fiesta <br />y allí lo vieron llorar <br />junto al podio de la orquesta. <br /> <br />Abrazándose al discurso <br />que su abuelo le entregare <br />donde decía que el cielo <br />era de todas las aves. <br /> <br />Epílogo. <br /> <br />Así pasará a la historia <br />esta gran celebración <br />donde se llenó de cantos <br />el río Tinguiririca. <br />Ni la persona más rica <br />tuvo fiesta semejante <br />con más de ochenta cantores <br />todos del mejor talante. <br /> <br />Algunos se repelaron <br />de no haber ido a la fiesta, <br />el pato jergón (69) no pudo <br />por estar poniendo huevos, <br />tampoco vino el caiquén (70) <br />que andaba con el cachúo (71) <br />de farra junto al pidén (72) <br />trasnochando con el buho (73) <br /> <br />Ahí pues llegó calladita <br />la tagua (74) del altiplano, <br />y abrazados como hermanos <br />fueron a bailar a Quinta, <br />donde tanto zapatear, <br />con la garganta reseca, <br />hasta la gallina ciega <br />terminó bailando cueca. <br /> <br />Y aquí se termina el cuento <br />del cumpleaños del tordo, <br />donde el mensaje' e su abuelo <br />compartió con sus amigos, <br />chileno, bueno p'al vino, <br />de los campos de Colchagua, <br />declara su domicilio <br />justo al pié de una patagua.
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