Hoy no es dos de abril... Nadie conversó
del ochenta y dos en la Argentina.
No alcancé a sentir, ni una sola voz,
por los viejos chicos de esos días.
Ningún diplomático en el diario prometió,
una diplomática gestión por Malvinas.
Hoy no es dos de abril... En la agenda de hoy, borran tu memoria y la mia.
Quién le habrá puesto al dolor categoría,
para medir lo profundo de una herida,
qué calendario oficial decide el día,
para elegir qué se honra y qué se olvida.
Será que el pulso de los televidentes,
no late al paso del loco combatiente...
Quién le habrá puesto al dolor categoría,
que los valientes de ayer, hoy ya no inspiran amor.
Qué voy a decir, del peor terror,
si hoy tampoco es treinta de diciembre.
No alcancé a sentir, ni una sola voz,
de lo que debemos hablar siempre.
Ningún funcionario vi cumpliendo la función
de cuidar a quien lo pone en sus funciones.
Qué voy a decir, si su corazón debe haber tomado vacaciones.
Quién le habrá puesto al dolor categoría,
para medir lo profundo de una herida,
qué calendario oficial decide el día,
para elegir qué se honra y qué se olvida.
Será que el filo de lo que más nos duele,
en el olvido te corta menos fuerte.
Quién le habrá puesto al dolor categoría,
que a cada ausente, tan solo su familia hoy lloró.
Quién le habrá puesto al dolor categoría, para medir lo profundo de una herida,
qué calendario oficial decide el día, para elegir qué se honra y qué se olvida.
Será que el alma de tu patria querida, nomás en marzo fue desaparecida.
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Quién le habrá puesto al dolor categoría,
para elegir las espinas que lastiman mejor.