Visite nuestro stan en la planta cuarta. Gran liquidación en revólveres. Cuchillos y todos los complementos de la mujer que quiera.
Cantalera, y no suena como contando a uno un trueno, y pica como un rochete pulgón sin tener veneno. Traigo la potencia de un ladrío de perro en cada verso, y bendita incosciencia del que mata a un niño sin saberlo. Sé lo que pasa y cojo el toro por los cuernos, porque soy como él hasta que sé de qué va el cuento.
Mi hélice no se va a parar, y le quedan siglos de vuelo, como colillas tiradas a lo largo de un año en el asqueroso suelo. Una gota más de la lluvia ácida que cae en tu cuello, te lo cruje. Soy la muerte y tú el conejo. Hay que educar los sentidos poniendo empeño, para que rinda como los niños de Tailandia, atando cestos. La Mala y El Cuervo, ahí queda eso. La Gota Que Colma chorreando, a hierro.
No hay rebaja, hay poder. Empuja, empuja que no vamos a caer; huesos duros de roer. No hay rebaja, hay aguante. Delante, delante, rimas grandes como elefantes. La Gota y La Mala arden.
No hay rebaja, mi rima basta estalla como la grasa de gordas que rebosa con la faja. Me mantengo duro como el nácar ante rimas blandas, como tías que pierden el coco por un cacha, o pijos que lo pierden, las cachas de muchachas. Arrastras el pecho como las ratas, te pegas como lapa, presumes tu estilo como una pija una halaja. Es bisutería barata y tu rima de hojalata, las tías son de plata. Como balas que a los hombres lobo mata, o como el papel que un yonky quema con la llama.
Aclama al que arrasa como lava, el que dice las cosas de forma clara. En mi estilo sólo hay grano, ya no hay rama. Bramas por saber la trama ya mamada. Como ubres de una vaca vaga, como la gente parada por España. Besa mi culo como lo besa un facha en la fuerza armada; te rebajas, te tengo apilados como cajas. La Gota que Colma con La Mala ganan las batallas, así que calla. Corto con mi micrófono.
Daga mi verso como un ninja con katana, raja al que se vende por nada. Mucha mierda humana que se larga, idiotas que los fines de semana no paran su diversión estimulada por las rayas blancas, marcas en tu cara. Mi huella cucaracha, te agachas ante mi flama, que quema las sábanas que cubre tu estampa. Ya ni nanas cuando vuelves a la cama. La Gota que Colma con La Mala manda, sin rebajas.
No hay rebaja, hay poder. Empuja, empuja que no vamos a caer; huesos duros de roer. No hay rebaja, hay aguante. Delante, delante, rimas grandes como elefantes. La Gota y La Mala arden.
Yo no me rebajo, qué va, qué va. En sucias carreteras donde circulan MC's sin carnet, hago atajo, aunque de mi bolsillo sobresalga el fajo.
Seguiré haciendo como me salga de la polla mi trabajo. Se encallan tus ideas como las manos de un pajo en su oficio. Yo planto huevos y tú nalgas y orificio, aunque seas más feo que Pifio.
Si te trae de quicio y le coges el vicio, perderás el respeto por una minucia. Si ésto pasa rimando, declaro mi denuncia, y en mi mente estarás ausente.
No lo hiciste mal en el pasado, pero la estás jodiendo en el presente. Mi rima no se rebaja como un artículo del catálogo de Continente. Me tienes aqui de frente, mi micro es el motor y está a punto. La Mala, El Cuervo y La Gota que Colma. Poned el coño y los huevos de nuevo en el asunto.
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No hay rebaja, hay poder. Empuja, empuja que no vamos a caer; huesos duros de roer. No hay rebaja, hay aguante. Delante, delante, rimas grandes como elefantes. La Gota y La Mala arden.