"Apaga las luces que iluminan tus ojos,
grapa los párpados y sella tu mirada,
sé persona ciega en el mundo de la imagen,
y no distingas nunca las facciones humanas.
No veas colores en el ser con el que hablas,
no observes motivos que le marquen distinción,
piensa que la piel es sólo algo que recubre,
que como el fruto guarda siempre
lo mejor en su interior..."
El que juzga a una persona por su piel,
es como el que juzga sobre un libro sin saber leer.
Es como el que critica sobre un cuadro realista,
que no ha visto, sólo porque no le gusta el realismo.
Sigue siendo el mismo, el concepto de absurdo y de racismo
va tan unido, como el perro y su ladrido
aunque te recuerdo racista, que perro ladrador...
Eres tan estúpido racista,
que jugarías una partida al ajedrez contigo mismo,
para hacer ganar las blancas, porque tu mente racista,
no concibe las tablas de las que hablas y hablas,
que no existen, pues recibiste el testigo que tu crees el ganador
la carrera de relevos, de las razas y el color.
"Y la carrera racial no existe...
la competición racial no existe..."
La única competición es la de el ser humano y su adaptación,
y adaptación es... la tendencia que tienen los organismos,
a modificarse, según las exigencias del ambiente
¿Comprendes? ... ¡NO!, ya veo que no,
pues eres tan corto que si parto un folio en dos,
sería todo un puzzle para ti.
Ignorante, incapaz de salir de un laberinto en forma de UUUU.
Iluso, confuso, que te miras todos los días al espejo,
buscándote un defecto...
" ¡Oh Dios mío, soy perfecto!"
Esta noche saldrás con el rebaño de adeptos,
a la caza del imperfecto,
como el rito de un ballet que mil veces a ensayado la función,
de un final dramático,
cuyo protagonista es la víctima de una vida sin guión.
La presa, el vagabundo, el cazador está al acecho,
se confunde, pues, el hecho;
y uno de tu raza es ahora el desecho.
Si el vivir sin un hogar, le convierte en inferior,
que coño eres tú, tras la fachada de oro
que recubre el cubo de basura donde vives.
Eres tan estúpido y tan necio, racista...
cada vez que te veo, ridículo racista.... (x4)
El racismo es fascismo,
miedo, ignorancia, cobardía,
envidia, intolerancia, desprecio,
reproche, negocio, inseguridad, rechazo,
desconocimiento y maldad...
Tu como racista y fascista que eres,
lloras por franco, todos los 20-N,
yo recuerdo y lloro cada día del año,
y nunca me olvido de Lucrecia Pérez.
Esa es la diferencia entre el hombre que piensa,
y el que se lo dan todo pensado,
prensado, preparado y masticado;
para que al tragar sea alimentado mentalmente,
por la estúpida teoría de que existe un ser supremo diferente
al resto de la gente,
que no porta en su piel, el color que dé esta condición,
superior, inferior,"racial-miente puro."
Tienes la cabeza tan grillada, con tus películas racistas,
que necesitas la ayuda del mejor especialista,
que libere tu cerebro de una psicología indecente, decadente,
consulta al Doctor Trovador, ANDIE VASS,
el problema de tu mente,
y seguro que desgastas tu sillón,
antes de decir tan siquiera, una palabra coherente,
y no digamos, una frase inteligente...
Quizá sea mejor ver la hierba crecer,
que intentar comprenderte.
El sueño de tu gente racista, es que al bajar a la calle,
tu vecino, tu portero y tu cartero,
tengan el mismo color de piel, de tus manos y tus pies,
de tu cara y de tu sien...
y verte reflejado en el espejo racial, que sería tu vecino.
Utopía de sociedad en que todos sean perfectos,
o el querer esconder entre tanta igualdad, el que tienes tus defectos.
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cada vez que te veo, ridículo racista.... (x4)