Yo no quiero que nadie a mí me diga
que tu dulce vida
vos ya me has arrancado:
mi corazón una mentira pide
para esperar tu imposible llamado.
Yo no quiero que nadie se imagine
cómo es de amarga y honda
mi eterna soledad,
en mi larga noche el minutero muele
la pesadilla de su lento tic tac.
En la doliente sombra de mi cuarto, al esperar
sus pasos que quizá no volverán,
a veces me parece que ellos detienen su andar
sin atreverse luego a entrar...
¡Pero no hay nadie, y ella no viene!
Es un fantasma que crea mi ilusión
y que al desvanecerse va dejando su visión,
cenizas en mi corazón...
Taken from AlbumSongAndLyrics.comEn la plateada esfera del reloj
las horas que agonizan
se niegan a pasar.
Hay un desfile de extrañas figuras
que me contemplan con burlón mirar.
Es una caravana interminable
que se hunde en el olvido
con su mueca espectral.
Se va con ella su boca, que era mía:
sólo me queda la angustia de mi mal