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Aguanta el cielo la niebla a cachos,
cienmil doctrinas echas pedazos,
los suenos viejos de mi guantera,
los charcos, barro, romper horarios,
dormir despierto, cualquier acera.
las reflexiones mas descaradas,
embadurnadas y adulteradas,
que se entremezclan con mi latido.
Seré mas rana, menos monarca,
seré mas viejo, mas pervertido.
Y en el otono que ya se acaba
seré el quejido de algun verano,
que con septiembre quiso ser sombra,
y que fallece soñando mayos.
Resiste el cielo cienmil tormentas,
a duras penas tambien afrentas,
lo que dios quiera, o lo que pueda,
las peticiones, las bendiciones,
las juramentos y las promesas.
Y al cielo piden los dirigentes,
los drogadictos, los indigentes,
amas de casa tan maltratadas,
gente pudiente, gente corriente,
los que se ahogan, los que amordazan.
Y en el invierno que ya comienza,
seré el que pide la nochevieja
de las penas y el dolor,
que ya va siendo el momento
de poner un grito en el cielo,
y de cagarme en la tristeza.
que sepa el mundo
que tengo suerte
como tengo decepcion
que tengo diez
que debo veinte
que no reclamo mi redencion.
Pero que de puertas a dentro
señoras y senores,
si, soy el mejor.
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Aguanta el cielo la niebla a cachos,
cienmil doctrinas echas pedazos,
los suenos viejos de mi guantera,
los charcos, barro, romper horarios,
dormir despierto, cualquier acera.
las reflexiones mas descaradas,
embadurnadas y adulteradas,
que se entremezclan con mi latido.
Seré mas rana, menos monarca,
seré mas viejo, mas pervertido.
Y en el otono que ya se acaba
seré el quejido de algun verano,
que con septiembre quiso ser sombra,
y que fallece soñando mayos.
Resiste el cielo cienmil tormentas,
a duras penas tambien afrentas,
lo que dios quiera, o lo que pueda,
las peticiones, las bendiciones,
las juramentos y las promesas.
Y al cielo piden los dirigentes,
los drogadictos, los indigentes,
amas de casa tan maltratadas,
gente pudiente, gente corriente,
los que se ahogan, los que amordazan.
Y en el invierno que ya comienza,
seré el que pide la nochevieja
de las penas y el dolor,
que ya va siendo el momento
de poner un grito en el cielo,
y de cagarme en la tristeza.
que sepa el mundo
que tengo suerte
como tengo decepcion
que tengo diez
que debo veinte
que no reclamo mi redencion.
Pero que de puertas a dentro
señoras y senores,
si, soy el mejor.