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Aquella mujer, fue un veneno cruel
que aprendí a querer como ciego la amé
Aquella mujer, riendo se fue
me engaño una vez pero cuanto la amé.
El tiempo fue un remedio que apliqué
jamás la carcajada lamenté
Y que me importa ya si se rió de mi.
Aquella mujer, hoy la he vuelto a ver
que lástima da y pensar que la amé.
Coro:
He visto aquella mujer, que diferente se ve.
Fue tanto, fue tanto, fue tanto, lo que me asombré
cuando la vi por primera vez.
Que aquella mujer, que aquella mujer,
que aquella mujer, fue un veneno cruel
mala fe y farsante que un di yo amé.
Pero que el tiempo, pero que el tiempo,
fue un remedio que apliqué mimi
y sin embargo mamacita te burlaste de mi.
Que diferente que diferente, que diferente se ve
vestida e' blanco caramba la negra Raquel.
`
Un tromacaltán pasó puencima Catalina
que diferente te ves.
Ni las siete potencias, ni las potencias óyeme mami
te vuelven a componer.
Aquella mujer, aquella mujer que como ciego yo amé
se encuentra sola y triste pensando que hacer.
Que pena, que pena, que pena, que pena,
que pena, que pena, que pena, que pena
que lástima me da pensar que aquella hembra
yo la llegué a amar.
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Aquella mujer, fue un veneno cruel
que aprendí a querer como ciego la amé
Aquella mujer, riendo se fue
me engaño una vez pero cuanto la amé.
El tiempo fue un remedio que apliqué
jamás la carcajada lamenté
Y que me importa ya si se rió de mi.
Aquella mujer, hoy la he vuelto a ver
que lástima da y pensar que la amé.
Coro:
He visto aquella mujer, que diferente se ve.
Fue tanto, fue tanto, fue tanto, lo que me asombré
cuando la vi por primera vez.
Que aquella mujer, que aquella mujer,
que aquella mujer, fue un veneno cruel
mala fe y farsante que un di yo amé.
Pero que el tiempo, pero que el tiempo,
fue un remedio que apliqué mimi
y sin embargo mamacita te burlaste de mi.
Que diferente que diferente, que diferente se ve
vestida e' blanco caramba la negra Raquel.
`
Un tromacaltán pasó puencima Catalina
que diferente te ves.
Ni las siete potencias, ni las potencias óyeme mami
te vuelven a componer.
Aquella mujer, aquella mujer que como ciego yo amé
se encuentra sola y triste pensando que hacer.
Que pena, que pena, que pena, que pena,
que pena, que pena, que pena, que pena
que lástima me da pensar que aquella hembra
yo la llegué a amar.