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Vivo la vida como la quiero vivir,
Transito el camino como lo pienso hacer.
Pero, quien diablos soy?
Un triste fanático engendrado por la maldita sociedad.
Encerrado en esta cápsula flotante,
Atrapado por el giro inoportuno de mi mente.
Simplemente me siento perfecto,
Como?!! Aferrado a una botella en mi diestra.
Tan sólo ya no se cuando duermo o cuando desmayo,
Cuando río o cuando alucino sonrisas.
Palpita por dentro mi corazón,
Pero pidiendo auxilio más no de amor.
Sí, esta vida es como la soñé,
Pero no es como soñé vivirla.
De nada valgo sino invado mi cuerpo con licor,
Si no mezclo mi sangre con esa infructífera sustancia.
Tratando de botar al triste ser que llevo,
De eliminar al hombre extasiado y destruido por dentro.
Mi sobriedad me conlleva a la depresión,
Es entonces cuando dejo mi absurda calma,
Y la cambio por estimulantes y narcóticos.
Tratando así de entender al mundo,
A su franquear absurdo,
Sin tener que regresar a este interior frio y oscuro.
Mientras drogo mi mente,
Sólo pienso en partir de esta tierra,
En volar lejos de aquí.
Hacia un lugar fúnebre,
O al más gracioso de los momentos,
Multiplicando por diez la pérdida de mi existencia.
Ya no sé si en este cuerpo estoy yo.
Cuando duermo no se a quien pertenezco:
Si soy yo soñando ser alguien más,
O soy alguien más soñando ser yo.
Y al final del camino encuentro a mi inútil cuerpo,
Enclaustrado por imágenes y momentos muertos.
Es entonces, cuando en estas largas noches,
El sistema nervioso de mi ávido organismo,
Me pide acción sin sospechar el pronto destino.
Destino creado por el poder de mi desgracia,
Destino que me consume mientras veo caer poco a poco mi vida.
Destino que terminará con mi maldito vía crucis.
Mi mente continúa vagando muy rápido por este sendero,
Viajo por mundos coloridos y llenos de intensa alegría.
Y a veces por los peores pantanos invadidos de sombría desolación.
Mi mente se bloquea y quedo sin movimiento alguno,
Como aquel anciano que olvido como batallar,
O aquel invidente que cerró sus ojos para jamás mirar.
Se muy bien que acabo palmo a palmo conmigo,
Pero es la única manera de escapar de esta intransitable realidad.
Mis manos vibran como lo hace una hoja en el otoño.
Siento ganas de correr, de huir de esta nube,
Deslizarme por ese túnel de luz brillante,
Espacio que muestra una felicidad alucinante.
Vivo la vida como la quiero vivir,
Sí, pero solo en este camino ficticio,
Creador por este extraño mundo artificial.
Siento mis latidos cada vez más lentos y me agoto rápidamente,
Y aquí acostado en este féretro con mi ultimo suspiros, pido:
No lloren por mí, yo ya estoy muerto.
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Vivo la vida como la quiero vivir,
Transito el camino como lo pienso hacer.
Pero, quien diablos soy?
Un triste fanático engendrado por la maldita sociedad.
Encerrado en esta cápsula flotante,
Atrapado por el giro inoportuno de mi mente.
Simplemente me siento perfecto,
Como?!! Aferrado a una botella en mi diestra.
Tan sólo ya no se cuando duermo o cuando desmayo,
Cuando río o cuando alucino sonrisas.
Palpita por dentro mi corazón,
Pero pidiendo auxilio más no de amor.
Sí, esta vida es como la soñé,
Pero no es como soñé vivirla.
De nada valgo sino invado mi cuerpo con licor,
Si no mezclo mi sangre con esa infructífera sustancia.
Tratando de botar al triste ser que llevo,
De eliminar al hombre extasiado y destruido por dentro.
Mi sobriedad me conlleva a la depresión,
Es entonces cuando dejo mi absurda calma,
Y la cambio por estimulantes y narcóticos.
Tratando así de entender al mundo,
A su franquear absurdo,
Sin tener que regresar a este interior frio y oscuro.
Mientras drogo mi mente,
Sólo pienso en partir de esta tierra,
En volar lejos de aquí.
Hacia un lugar fúnebre,
O al más gracioso de los momentos,
Multiplicando por diez la pérdida de mi existencia.
Ya no sé si en este cuerpo estoy yo.
Cuando duermo no se a quien pertenezco:
Si soy yo soñando ser alguien más,
O soy alguien más soñando ser yo.
Y al final del camino encuentro a mi inútil cuerpo,
Enclaustrado por imágenes y momentos muertos.
Es entonces, cuando en estas largas noches,
El sistema nervioso de mi ávido organismo,
Me pide acción sin sospechar el pronto destino.
Destino creado por el poder de mi desgracia,
Destino que me consume mientras veo caer poco a poco mi vida.
Destino que terminará con mi maldito vía crucis.
Mi mente continúa vagando muy rápido por este sendero,
Viajo por mundos coloridos y llenos de intensa alegría.
Y a veces por los peores pantanos invadidos de sombría desolación.
Mi mente se bloquea y quedo sin movimiento alguno,
Como aquel anciano que olvido como batallar,
O aquel invidente que cerró sus ojos para jamás mirar.
Se muy bien que acabo palmo a palmo conmigo,
Pero es la única manera de escapar de esta intransitable realidad.
Mis manos vibran como lo hace una hoja en el otoño.
Siento ganas de correr, de huir de esta nube,
Deslizarme por ese túnel de luz brillante,
Espacio que muestra una felicidad alucinante.
Vivo la vida como la quiero vivir,
Sí, pero solo en este camino ficticio,
Creador por este extraño mundo artificial.
Siento mis latidos cada vez más lentos y me agoto rápidamente,
Y aquí acostado en este féretro con mi ultimo suspiros, pido:
No lloren por mí, yo ya estoy muerto.