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Los años que pasan me pesan
me pesa en el alma y la pone a tus pies.
Si al besarme me diste la vida
al marcharte llevaste mi ser.
Yo pasé tanto tiempo intentando fingir
ser más tonta olvidando el ayer,
que el amor de mi vida es un pacto
él me quiere y yo le trato bien.
Pero a veces me descubre ordenando veinte veces
los libros, las copas, las cartas, la alcoba
y sospecha con miedo que está en esta estrofa
y Dios sabe cuantos cuentos cuento por disimular.
Y es que si yo te recuerdo me paso las horas cantando
mi vida sucede y los días le ceden el paso
a la voz castigada sin voto desde hace ya años
de mi corazón cansado de gritar.
Si bendije el día en que tú llegaste
hoy me gasto la boca en pedirme perdón
por las veces que intento besarte
mientras beso a quien es hoy mi amor.
Y es que malditos seáis los fantasmas
jugáis con ventaja, doléis de verdad,
aunque luego os vistáis de mentira
y por eso no os pueda atrapar.
Pero a veces si no mira nadie
cerrando los ojos lanzo un beso al aire
y luego suspiro y despacio imagino
que allí donde quiera que estés amor mío
aterriza en tus labios y piensas un poco en mí.
Y es que si yo te recuerdo me paso las horas cantando
mi vida sucede y los días le ceden el paso
a la voz castigada sin voto desde hace ya años
de mi corazón cansado de gritar.
Y es que a veces no puedo evitar que se escapen volando
mis mil mariposas que sueñan contigo a diario.
Mi indulgencia les abre la celda y te besan llorando
si prometen que en segundos volverán a la realidad.
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Los años que pasan me pesan
me pesa en el alma y la pone a tus pies.
Si al besarme me diste la vida
al marcharte llevaste mi ser.
Yo pasé tanto tiempo intentando fingir
ser más tonta olvidando el ayer,
que el amor de mi vida es un pacto
él me quiere y yo le trato bien.
Pero a veces me descubre ordenando veinte veces
los libros, las copas, las cartas, la alcoba
y sospecha con miedo que está en esta estrofa
y Dios sabe cuantos cuentos cuento por disimular.
Y es que si yo te recuerdo me paso las horas cantando
mi vida sucede y los días le ceden el paso
a la voz castigada sin voto desde hace ya años
de mi corazón cansado de gritar.
Si bendije el día en que tú llegaste
hoy me gasto la boca en pedirme perdón
por las veces que intento besarte
mientras beso a quien es hoy mi amor.
Y es que malditos seáis los fantasmas
jugáis con ventaja, doléis de verdad,
aunque luego os vistáis de mentira
y por eso no os pueda atrapar.
Pero a veces si no mira nadie
cerrando los ojos lanzo un beso al aire
y luego suspiro y despacio imagino
que allí donde quiera que estés amor mío
aterriza en tus labios y piensas un poco en mí.
Y es que si yo te recuerdo me paso las horas cantando
mi vida sucede y los días le ceden el paso
a la voz castigada sin voto desde hace ya años
de mi corazón cansado de gritar.
Y es que a veces no puedo evitar que se escapen volando
mis mil mariposas que sueñan contigo a diario.
Mi indulgencia les abre la celda y te besan llorando
si prometen que en segundos volverán a la realidad.