Translation of El color del mar by Paloma San Basilio

From:

Vi cómo se fue sin mirar atrás
Sin hablar, casi sin decir adiós
Sólo se llevó algo que leer
Y un reloj que vivió siempre con él
Desapareció un atardecer algo gris
Nadie le llamó después
Solamente se llevaba sus recuerdos.

Cuando descubrió el color del mar
Se paró, se quedó sentado allí
Empezó a reír, empezó a besar
A quemar tan desnudo como él
Intentó nadar, se dejó mecer
Y sintió el agua sobre su piel
Y de pronto se olvidó de sus recuerdos.

Dejó enterrado el reloj de su niñez
Las horas que pasó sin nada que decir.
Sintió de nuevo inmensas ganas de volar, de vivir.

Vi cómo se fue sin mirar atrás
Sin hablar, casi sin decir adiós
Sólo se llevó algo que leer
Y un reloj que vivió siempre con él
Desapareció un atardecer algo gris
Nadie le llamó después
Solamente se llevaba sus recuerdos.

Dejó enterrado el reloj de su niñez
Las horas que pasó sin nada que decir.
Sintió de nuevo inmensas ganas de volar, de vivir.

Cuando descubrió el color del mar
Se paró, se quedó sentado allí
Empezó a reír, empezó a besar
A quemar tan desnudo como él
Intentó nadar, se dejó mecer
Y sintió el agua sobre su piel
Tuvo ganas de volar, tuvo ganas de reír
Tuvo ganas de gritar
Tuvo ganas de volar, de vivir.
Translate to:

Vi cómo se fue sin mirar atrás
Sin hablar, casi sin decir adiós
Sólo se llevó algo que leer
Y un reloj que vivió siempre con él
Desapareció un atardecer algo gris
Nadie le llamó después
Solamente se llevaba sus recuerdos.

Cuando descubrió el color del mar
Se paró, se quedó sentado allí
Empezó a reír, empezó a besar
A quemar tan desnudo como él
Intentó nadar, se dejó mecer
Y sintió el agua sobre su piel
Y de pronto se olvidó de sus recuerdos.

Dejó enterrado el reloj de su niñez
Las horas que pasó sin nada que decir.
Sintió de nuevo inmensas ganas de volar, de vivir.

Vi cómo se fue sin mirar atrás
Sin hablar, casi sin decir adiós
Sólo se llevó algo que leer
Y un reloj que vivió siempre con él
Desapareció un atardecer algo gris
Nadie le llamó después
Solamente se llevaba sus recuerdos.

Dejó enterrado el reloj de su niñez
Las horas que pasó sin nada que decir.
Sintió de nuevo inmensas ganas de volar, de vivir.

Cuando descubrió el color del mar
Se paró, se quedó sentado allí
Empezó a reír, empezó a besar
A quemar tan desnudo como él
Intentó nadar, se dejó mecer
Y sintió el agua sobre su piel
Tuvo ganas de volar, tuvo ganas de reír
Tuvo ganas de gritar
Tuvo ganas de volar, de vivir.