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Arriba muchachos clareó la mañana
que junto a las filas nos halle el deber
que jamás el toque de nuevas campanas
vuelva a repetirnos que es amanecer.
Nosotros tenemos la dura tarea
de ser los guardianes de todo dolor
del dolor humano que aunque no se vea
tiene su escenario en algún corazón .
Las noches de inviernos oscuras y frías
que lloran escarchas o zumban un ciclón
son para nosotros como claros días
tan sólo pendientes de nuestra misión.
Que vibre en los labios el fiel Vigilante,
magnifica nota que diga: ¡ DEBER!
Atento, honrado y siempre constante
sabrá el Vigilante: triunfar y vencer.
Un lema os sirva por siempre de guía
RESPETO, OBEDIENCIA, TRABAJO Y HONOR
y así nuestros pechos en franca alegría
verán su uniforme en todo su esplendor.
Y nuestra bandera que oscila radiante
luciendo sus galas en nuestro
cuartel sepa que en el alma
del buen vigilante hay sólo
una nota que dice ¡DEBER!.
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Arriba muchachos clareó la mañana
que junto a las filas nos halle el deber
que jamás el toque de nuevas campanas
vuelva a repetirnos que es amanecer.
Nosotros tenemos la dura tarea
de ser los guardianes de todo dolor
del dolor humano que aunque no se vea
tiene su escenario en algún corazón .
Las noches de inviernos oscuras y frías
que lloran escarchas o zumban un ciclón
son para nosotros como claros días
tan sólo pendientes de nuestra misión.
Que vibre en los labios el fiel Vigilante,
magnifica nota que diga: ¡ DEBER!
Atento, honrado y siempre constante
sabrá el Vigilante: triunfar y vencer.
Un lema os sirva por siempre de guía
RESPETO, OBEDIENCIA, TRABAJO Y HONOR
y así nuestros pechos en franca alegría
verán su uniforme en todo su esplendor.
Y nuestra bandera que oscila radiante
luciendo sus galas en nuestro
cuartel sepa que en el alma
del buen vigilante hay sólo
una nota que dice ¡DEBER!.