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MÍrame, no te das cuenta, que me tienes
padeciendo, mi corazón está
sangrando, aquí por dentro, se va a morir,
por el dolor y el sufrimiento, mÍrame, no
soy ni sombra del que un, día tu conociste,
aquel que un día juraste amar y le
mentiste, que te dio todo y al final, lo
destruiste.
MÍrame, que es lo que queda, del que le
enseñaste a amar, que con caricias lo
lograste engañar y este martirio, no lo
puede soportar, mÍrame, porque
mañana, ya quizás no me veras, solo
la muerte es quien, me puede consolar, de lo que
pase la culpable, tú serás.
MÍrame, que es lo que queda, del que le
enseñaste a amar, que con caricias lo
lograste engañar y este martirio, no lo
puede soportar, mÍrame, porque
mañana, ya quizás no me veras, solo
la muerte es quien, me puede consolar, de lo que
pase la culpable, tú serás.
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MÍrame, no te das cuenta, que me tienes
padeciendo, mi corazón está
sangrando, aquí por dentro, se va a morir,
por el dolor y el sufrimiento, mÍrame, no
soy ni sombra del que un, día tu conociste,
aquel que un día juraste amar y le
mentiste, que te dio todo y al final, lo
destruiste.
MÍrame, que es lo que queda, del que le
enseñaste a amar, que con caricias lo
lograste engañar y este martirio, no lo
puede soportar, mÍrame, porque
mañana, ya quizás no me veras, solo
la muerte es quien, me puede consolar, de lo que
pase la culpable, tú serás.
MÍrame, que es lo que queda, del que le
enseñaste a amar, que con caricias lo
lograste engañar y este martirio, no lo
puede soportar, mÍrame, porque
mañana, ya quizás no me veras, solo
la muerte es quien, me puede consolar, de lo que
pase la culpable, tú serás.