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Cierta vez existió un buen hombre llamado Geppeto,
su oficio era el de carpintero, a pesar de que nunca le faltaba el trabajo no creía estar completamente feliz,
pues no tenía familia, y esto lo hacía sentirse muy solo
El señor Geppeto siempre pensaba "lo que hubiera dado por tener un hijo",bueno y por que no tenerlo
soy carpintero puedo hacer un muñeco de madera y verlo como mi propio hijo, ahora mismo lo haré.
Así el carpintero se dió a la tarea de construir su muñeco de madera.
Por fin después de varios días de trabajo, el señor Geppeto terminó su obra: "un hermoso muñeco de madera"
Al fin terminé, al fin terminé, Que bonito eres
hasta tus ojos parecen que me miran, tu nariz es perfecta y tu boca expresa una amplia sonrisa, ahora vamos a caminar a ver un pasito para aca otro pasito para alla jejeje.
Geppeto muy emocionado tomo al muñeco y este empezó a moverse por medio de los hilos que manejaban las manos del viejo carpintero: Que alegria, que alegria, ya no estoy solo, ahora, ahora te tengo a ti Pinocho, porque asi te llamaras, Pinocho.
La felicidad de Geppeto crecía a cada instante y asi bailando y bailando pasaron las horas sin que el se diera cuenta "lalalala un pasito para aca y un pasito para alla" ya no puedo mas he bailado tanto como jamas lo habia hecho
Hasta el viejo Hospital de los muñecos,
llegó el pobre Pinocho mal herido,
un cruel espantapájaros bandido,
lo sorprendió durmiendo y lo atacó.
Llegó con su nariz hecha pedazos
y una pierna en 3 partes astilladas
y una lesion interna y delicada,
eI médico de guardia lo advirtió.
Al viejo cirujano, Ilamaron con urgencia
y con su vieja ciencia, pronto lo remendó,
pero dijo a los otros muñecos internados,
todo esto sera en vano le falta un corazón.
El caso es que Pinocho estaba grave
y en si de su desmayo no volvía
y el viejo cirujano no sabía,
a quien pedir prestado un corazón.
Entonces llegó el Hada protectora
y viendo que Pinocho se moría,
le puso un corazón de fantasia
y Pinocho sonriendo despertó
Y Pinocho sonriendo despertó.
Pinocho, Pinocho, hay pobre Pinocho.
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Cierta vez existió un buen hombre llamado Geppeto,
su oficio era el de carpintero, a pesar de que nunca le faltaba el trabajo no creía estar completamente feliz,
pues no tenía familia, y esto lo hacía sentirse muy solo
El señor Geppeto siempre pensaba "lo que hubiera dado por tener un hijo",bueno y por que no tenerlo
soy carpintero puedo hacer un muñeco de madera y verlo como mi propio hijo, ahora mismo lo haré.
Así el carpintero se dió a la tarea de construir su muñeco de madera.
Por fin después de varios días de trabajo, el señor Geppeto terminó su obra: "un hermoso muñeco de madera"
Al fin terminé, al fin terminé, Que bonito eres
hasta tus ojos parecen que me miran, tu nariz es perfecta y tu boca expresa una amplia sonrisa, ahora vamos a caminar a ver un pasito para aca otro pasito para alla jejeje.
Geppeto muy emocionado tomo al muñeco y este empezó a moverse por medio de los hilos que manejaban las manos del viejo carpintero: Que alegria, que alegria, ya no estoy solo, ahora, ahora te tengo a ti Pinocho, porque asi te llamaras, Pinocho.
La felicidad de Geppeto crecía a cada instante y asi bailando y bailando pasaron las horas sin que el se diera cuenta "lalalala un pasito para aca y un pasito para alla" ya no puedo mas he bailado tanto como jamas lo habia hecho
Hasta el viejo Hospital de los muñecos,
llegó el pobre Pinocho mal herido,
un cruel espantapájaros bandido,
lo sorprendió durmiendo y lo atacó.
Llegó con su nariz hecha pedazos
y una pierna en 3 partes astilladas
y una lesion interna y delicada,
eI médico de guardia lo advirtió.
Al viejo cirujano, Ilamaron con urgencia
y con su vieja ciencia, pronto lo remendó,
pero dijo a los otros muñecos internados,
todo esto sera en vano le falta un corazón.
El caso es que Pinocho estaba grave
y en si de su desmayo no volvía
y el viejo cirujano no sabía,
a quien pedir prestado un corazón.
Entonces llegó el Hada protectora
y viendo que Pinocho se moría,
le puso un corazón de fantasia
y Pinocho sonriendo despertó
Y Pinocho sonriendo despertó.
Pinocho, Pinocho, hay pobre Pinocho.