From:
Recuérdame
Letra y música: Luis A. Naranjo
Por deslumbrarme con tu sonrisa,
por derrochar sin prisa tus caricias,
por darme la electricidad
con todo ese voltage que hay en tu mirar.
Por darme abrigo entre tus brazos
al desatar tormentas en mis labios
por darme el dulce de tu miel,
por recoger de mi alma todos los pedazos.
Derretiré tu nostalgia con el fuego que quema mi piel,
y congelaré tu fragancia para el recuerdo me la guardaré.
Ahora que te has ido, nada más te pido
recuérdame en los besos
que en nuestras noches de miel derramé en tu piel.
Y no por los fracasos, ni los malos ratos,
sino por el amor que entre tu vientre cultivé,
amor recuérdame.
Por darme hilos de oro en tu pelo
para tejerme un lienzo de deseos
por cobijarme tu con el
por comenzar mis noches inspirándome.
Por ser oasis en mi desierto
la estrella guía de mi firmamento
por darme agua de tu piel,
por mojarme la vida y por secarla al viento.
Te inundaré de alegría con las lágrimas que un día lloré
y secaré despedidas con el lienzo que me cobijé.
Ahora que te has ido, nada más te pido
recuérdame en los besos
que en nuestras noches de miel derramé en tu piel.
Y no por los fracasos, ni los malos ratos,
sino por el amor que entre tu vientre cultivé,
amor recuérdame.
Translate to:
Recuérdame
Letra y música: Luis A. Naranjo
Por deslumbrarme con tu sonrisa,
por derrochar sin prisa tus caricias,
por darme la electricidad
con todo ese voltage que hay en tu mirar.
Por darme abrigo entre tus brazos
al desatar tormentas en mis labios
por darme el dulce de tu miel,
por recoger de mi alma todos los pedazos.
Derretiré tu nostalgia con el fuego que quema mi piel,
y congelaré tu fragancia para el recuerdo me la guardaré.
Ahora que te has ido, nada más te pido
recuérdame en los besos
que en nuestras noches de miel derramé en tu piel.
Y no por los fracasos, ni los malos ratos,
sino por el amor que entre tu vientre cultivé,
amor recuérdame.
Por darme hilos de oro en tu pelo
para tejerme un lienzo de deseos
por cobijarme tu con el
por comenzar mis noches inspirándome.
Por ser oasis en mi desierto
la estrella guía de mi firmamento
por darme agua de tu piel,
por mojarme la vida y por secarla al viento.
Te inundaré de alegría con las lágrimas que un día lloré
y secaré despedidas con el lienzo que me cobijé.
Ahora que te has ido, nada más te pido
recuérdame en los besos
que en nuestras noches de miel derramé en tu piel.
Y no por los fracasos, ni los malos ratos,
sino por el amor que entre tu vientre cultivé,
amor recuérdame.