Translation of Reflejos Perdidos by Ismael Serrano Y Javier Bergia

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Observo cómo pasa el tiempo
frente al televisor rancio, sin contenido
detrás de un montón de reflejos perdidos.

Arena dura en tiempos de amor, besos desesperados,
bellas canciones de Pablo Guerrero.

Siempre me gustó por cierto tu sonrisa
Nunca olvidaré la magia de tus ojos.
Yo era un poco lento y tú ibas tan deprisa.
Delicados besos de tus labios rojos.

La radio salta y dan las siete en el despertador.
Mayo viene con flores, junio con nuevos colores.

Café con leche y tu llamada en el contestador.
Como una melodía llega tu voz a mi alcoba vacía.

Siempre me gustó por cierto tu mirada.
Nunca olvidaré el sabor de aquél aviso.
Yo era un poco torpe y tú ibas tan lanzada
que me dabas miedo y te pedí permiso.

Febrero sale por la puerta sin decir ni adiós.
Marzo vendrá lluvioso, abril soleado y celoso.

La tierra es una mandarina y un pomelo el sol.
Tú eres mi caracola, una caricia en la orilla.

Siempre me gustó por cierto tu sonrisa.
Nunca olvidaré el perfume de tu pelo.
Yo era un poco niño y tú eras tan chiquilla.
Yo te hablé de amor y me llevaste al cielo.
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Observo cómo pasa el tiempo
frente al televisor rancio, sin contenido
detrás de un montón de reflejos perdidos.

Arena dura en tiempos de amor, besos desesperados,
bellas canciones de Pablo Guerrero.

Siempre me gustó por cierto tu sonrisa
Nunca olvidaré la magia de tus ojos.
Yo era un poco lento y tú ibas tan deprisa.
Delicados besos de tus labios rojos.

La radio salta y dan las siete en el despertador.
Mayo viene con flores, junio con nuevos colores.

Café con leche y tu llamada en el contestador.
Como una melodía llega tu voz a mi alcoba vacía.

Siempre me gustó por cierto tu mirada.
Nunca olvidaré el sabor de aquél aviso.
Yo era un poco torpe y tú ibas tan lanzada
que me dabas miedo y te pedí permiso.

Febrero sale por la puerta sin decir ni adiós.
Marzo vendrá lluvioso, abril soleado y celoso.

La tierra es una mandarina y un pomelo el sol.
Tú eres mi caracola, una caricia en la orilla.

Siempre me gustó por cierto tu sonrisa.
Nunca olvidaré el perfume de tu pelo.
Yo era un poco niño y tú eras tan chiquilla.
Yo te hablé de amor y me llevaste al cielo.