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Sé que provoco morbo máximo cuando vuelvo al ejercicio con un clásico. El fruto de mi sacrificio: el verso mágico. El precio del CD es simbólico. Mi grupo es sencillez y seriedad en los propósitos. La vida es fluir, como éstos pensamientos que tratan de huir de una mente acostumbrada a sufrir. Es mucho tiempo para darle al coco. Llamadme enloquecido, putas, nadie nace loco. Yo persigo lo imposible, describo la belleza con un verso, a menudo incorregible. Loco por producir impredecible placer en sus cabezas. Lo siento, buscadores de certezas, mi estilo es increíble.
Somos el tiempo que nos queda, la vieja búsqueda, la nueva prueba. Yo tampoco sé vivir, estoy improvisando, pues cada uno tiene que ir tirando a su manera. Hay quien se desespera, verás, el tiempo, a veces amigo del hombre, todo lo deja atrás. En la carrera la fatiga es normal,
por eso hay que parar a respirar; mira, el final es para todos igual. Y así mi grupo es otoño de MC's, amarga bilis. Javat, maestro del psicoanálisis; convoco a mi público a la catarsis,
Un nuevo verso brota bajo el sol y es la culminación de mi crísis.
Traigo bombones y el licor de rigor, yo aún sostengo el micro con formidable vigor. Quiero ser el motor, gordo compositor, y conservar el esplendor clandestino de un graffitero. Pero conoce mi cara, y si yo te contara, es la cosa más rara.
Yo soy un simple mensajero de la palabra vivida y del error, recuerdo haber rimao para ahuyentar el dolor. Pero hoy rapeo por el premio de oírme, ya hice muchas letras ayer, y no me curé
Jamás pisé firme, ahora sólo intento divertirme,
y dejar brillante fama antes de irme. Tan sólo...
Dame un ritmo cuando falte emoción. Volvemos a contarlo con la misma pasión. Hemos reservado la mejor colección de delirios que quisieron convertirse en canción. Dame un ritmo cuando falte emoción. Volvemos a contarlo con la misma pasión. Hemos reservado la mejor colección de delirios que quisieron convertirse en canción.
Que no estaban muertos, joder, estaban de parranda. Violadores del Verso siempre fue la banda. Nos echaban en falta, y eso era la única manera de alimentarnos el alma, sabiendo que la peña espera algo más de lo nuestro. Traemos la ciencia en los textos; las mismas caras, los mismos gestos. Mira tú mi energía, en qué coño se transforma. Yo debo ser un caprichoso cuando lo hago de ésta forma.
Donde van, triunfan; suena fantástico mi nombre en la boca de un fan. Si se oyen gritos, salimos por la puerta de atrás de los garitos. Otros suelen fliparlo, y eso se tiene que vivir para contarlo. Pero lo admirable no está en lo que vivo, está en lo que cuento. Aprendí que aquí y ahora es el momento, que echarse una novia es un gran invento, y que cada vez más el Hip-Hop exige sentimiento.
Somos universales, pero andamos como el resto de los mortales, ocultando nuestros miedos. Parece que no, pero las guapas también se tiran pedos, también los listos sumamos con los dedos.
'Vivir para contarlo' es la ley, te lo recuerdo tantas veces como pulses el play. En cierto modo soy culpable, mejor dicho, responsable,
de que las cosas sean como son. Mi verso es demostrable y no hay prisa, lo que hay es un mensaje subliminal en cada sonrisa. Cuando el camino es chungo y hay que andarlo, hoy aquí, mañana allí, no podrán evitarlo, que yo estaré ahí para contarlo.
Dame un ritmo cuando falte emoción. Volvemos a contarlo con la misma pasión. Hemos reservado la mejor colección de delirios que quisieron convertirse en canción. Dame un ritmo cuando falte emoción. Volvemos a contarlo con la misma pasión. Hemos reservado la mejor colección de delirios que quisieron convertirse en canción.
Vuelvo a marcar mi territorio con meada cual can,
en éste micro se cuelga el cartel de 'no tocar'.
En peligro de muerte, raps se extinguen. Mi pulgar hacia abajo condena a los que no son de mi estirpe. Abre mi vinilo frotándolo con el vaquero,
mi cara se asoma en el mondosonoro de nuevo. Aún guardo la esencia del rap en éste tarro, olor concentrado a dolor a lágrimas y a enfado.
El mundo mostróme el poco amor que siente por la tierra, y eso me enseñó el refrán de que gente igual a mierda. Si canto con gracia a la desgracia, ¿quién es el soso? Si mi estado normal es de tranquilamente nervioso. Terapia de choque para éste estrés. Camareros también son psicólogos, y encima dan de beber.
Cerrar antes los bares no es la solución, y mucha policía es siempre poca diversión. Más o menos todo sigue igual, riñones filtran peor, y el corazón erosionado como roca de mar. Yo busco confort en un colchón de fakir con púas de metal,
pero éste ilusionista ya no puede más.
Retroceso al mono, yo no innovo, es rap de invierno. ¿Abrigan más las plumas o el cuero? Cuando aprieta el cierzo. No busquéis tanto oro como decís en mi bolsillo, como mucho plata en mi anillo y en algún colgajo. Yo cumplo mi trabajo, yo vivo iara contarlo; yo quiero ser felíz, y bebo para lograrlo. El milagro es que yo siga aquí para narrarlo. El siguiente paso será morir para el descanso.
Dame un ritmo cuando falte emoción. Volvemos a contarlo con la misma pasión. Hemos reservado la mejor colección de delirios que quisieron convertirse en canción. Dame un ritmo cuando falte emoción. Volvemos a contarlo con la misma pasión. Hemos reservado la mejor colección de delirios que quisieron convertirse en canción.
Tenemos algo que decir con urgencia: vivir para contarlo, co. Cuando las cosas no son como las pintan, Violadores del Verso te lo pone ahí.
Definitivamente, indiscutiblemente, universalmente. 2006.
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Sé que provoco morbo máximo cuando vuelvo al ejercicio con un clásico. El fruto de mi sacrificio: el verso mágico. El precio del CD es simbólico. Mi grupo es sencillez y seriedad en los propósitos. La vida es fluir, como éstos pensamientos que tratan de huir de una mente acostumbrada a sufrir. Es mucho tiempo para darle al coco. Llamadme enloquecido, putas, nadie nace loco. Yo persigo lo imposible, describo la belleza con un verso, a menudo incorregible. Loco por producir impredecible placer en sus cabezas. Lo siento, buscadores de certezas, mi estilo es increíble.
Somos el tiempo que nos queda, la vieja búsqueda, la nueva prueba. Yo tampoco sé vivir, estoy improvisando, pues cada uno tiene que ir tirando a su manera. Hay quien se desespera, verás, el tiempo, a veces amigo del hombre, todo lo deja atrás. En la carrera la fatiga es normal,
por eso hay que parar a respirar; mira, el final es para todos igual. Y así mi grupo es otoño de MC's, amarga bilis. Javat, maestro del psicoanálisis; convoco a mi público a la catarsis,
Un nuevo verso brota bajo el sol y es la culminación de mi crísis.
Traigo bombones y el licor de rigor, yo aún sostengo el micro con formidable vigor. Quiero ser el motor, gordo compositor, y conservar el esplendor clandestino de un graffitero. Pero conoce mi cara, y si yo te contara, es la cosa más rara.
Yo soy un simple mensajero de la palabra vivida y del error, recuerdo haber rimao para ahuyentar el dolor. Pero hoy rapeo por el premio de oírme, ya hice muchas letras ayer, y no me curé
Jamás pisé firme, ahora sólo intento divertirme,
y dejar brillante fama antes de irme. Tan sólo...
Dame un ritmo cuando falte emoción. Volvemos a contarlo con la misma pasión. Hemos reservado la mejor colección de delirios que quisieron convertirse en canción. Dame un ritmo cuando falte emoción. Volvemos a contarlo con la misma pasión. Hemos reservado la mejor colección de delirios que quisieron convertirse en canción.
Que no estaban muertos, joder, estaban de parranda. Violadores del Verso siempre fue la banda. Nos echaban en falta, y eso era la única manera de alimentarnos el alma, sabiendo que la peña espera algo más de lo nuestro. Traemos la ciencia en los textos; las mismas caras, los mismos gestos. Mira tú mi energía, en qué coño se transforma. Yo debo ser un caprichoso cuando lo hago de ésta forma.
Donde van, triunfan; suena fantástico mi nombre en la boca de un fan. Si se oyen gritos, salimos por la puerta de atrás de los garitos. Otros suelen fliparlo, y eso se tiene que vivir para contarlo. Pero lo admirable no está en lo que vivo, está en lo que cuento. Aprendí que aquí y ahora es el momento, que echarse una novia es un gran invento, y que cada vez más el Hip-Hop exige sentimiento.
Somos universales, pero andamos como el resto de los mortales, ocultando nuestros miedos. Parece que no, pero las guapas también se tiran pedos, también los listos sumamos con los dedos.
'Vivir para contarlo' es la ley, te lo recuerdo tantas veces como pulses el play. En cierto modo soy culpable, mejor dicho, responsable,
de que las cosas sean como son. Mi verso es demostrable y no hay prisa, lo que hay es un mensaje subliminal en cada sonrisa. Cuando el camino es chungo y hay que andarlo, hoy aquí, mañana allí, no podrán evitarlo, que yo estaré ahí para contarlo.
Dame un ritmo cuando falte emoción. Volvemos a contarlo con la misma pasión. Hemos reservado la mejor colección de delirios que quisieron convertirse en canción. Dame un ritmo cuando falte emoción. Volvemos a contarlo con la misma pasión. Hemos reservado la mejor colección de delirios que quisieron convertirse en canción.
Vuelvo a marcar mi territorio con meada cual can,
en éste micro se cuelga el cartel de 'no tocar'.
En peligro de muerte, raps se extinguen. Mi pulgar hacia abajo condena a los que no son de mi estirpe. Abre mi vinilo frotándolo con el vaquero,
mi cara se asoma en el mondosonoro de nuevo. Aún guardo la esencia del rap en éste tarro, olor concentrado a dolor a lágrimas y a enfado.
El mundo mostróme el poco amor que siente por la tierra, y eso me enseñó el refrán de que gente igual a mierda. Si canto con gracia a la desgracia, ¿quién es el soso? Si mi estado normal es de tranquilamente nervioso. Terapia de choque para éste estrés. Camareros también son psicólogos, y encima dan de beber.
Cerrar antes los bares no es la solución, y mucha policía es siempre poca diversión. Más o menos todo sigue igual, riñones filtran peor, y el corazón erosionado como roca de mar. Yo busco confort en un colchón de fakir con púas de metal,
pero éste ilusionista ya no puede más.
Retroceso al mono, yo no innovo, es rap de invierno. ¿Abrigan más las plumas o el cuero? Cuando aprieta el cierzo. No busquéis tanto oro como decís en mi bolsillo, como mucho plata en mi anillo y en algún colgajo. Yo cumplo mi trabajo, yo vivo iara contarlo; yo quiero ser felíz, y bebo para lograrlo. El milagro es que yo siga aquí para narrarlo. El siguiente paso será morir para el descanso.
Dame un ritmo cuando falte emoción. Volvemos a contarlo con la misma pasión. Hemos reservado la mejor colección de delirios que quisieron convertirse en canción. Dame un ritmo cuando falte emoción. Volvemos a contarlo con la misma pasión. Hemos reservado la mejor colección de delirios que quisieron convertirse en canción.
Tenemos algo que decir con urgencia: vivir para contarlo, co. Cuando las cosas no son como las pintan, Violadores del Verso te lo pone ahí.
Definitivamente, indiscutiblemente, universalmente. 2006.