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Le cante al amor pues me toco perder
tuve que llorar por una mujer
le cante con bronca y asco a la traicion
del que fue un amigo que hoy ya no lo es.
Les cante a las hembras las que enamore
esas que por macho solo levante
ganas de momento,cama y nada mas
las que me olvidaba ya al despertar.
Pero yo sigo cantando,
este es el vicio que tengo
pero yo sigo cantando
tengo aventuras y sueños.
Pero yo sigo cantando,
y aunque tambien tenga penas
las voy dejando de lado,
las guardo en mis manos como una condena.
"Gracias Dalila y Gerardo"
Le cante al hermano que Dios me llevo
al padre cobarde que me abandono
le cante a la loca infiel de mi mujer
la que una mañana con otro se fue.
Le cante a ese hombre al que me enseño
que era tan distinto sexo con amor
a ese que ha sido mi primera vez
a el que abrio mi cuerpo para ser mujer.
Pero yo sigo cantando,
este es el vicio que tengo
pero yo sigo cantando
tengo aventuras y sueños.
Pero yo sigo cantando,
y aunque tambien tenga penas
las voy dejando de lado,
las guardo en mis manos como una condena
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Le cante al amor pues me toco perder
tuve que llorar por una mujer
le cante con bronca y asco a la traicion
del que fue un amigo que hoy ya no lo es.
Les cante a las hembras las que enamore
esas que por macho solo levante
ganas de momento,cama y nada mas
las que me olvidaba ya al despertar.
Pero yo sigo cantando,
este es el vicio que tengo
pero yo sigo cantando
tengo aventuras y sueños.
Pero yo sigo cantando,
y aunque tambien tenga penas
las voy dejando de lado,
las guardo en mis manos como una condena.
"Gracias Dalila y Gerardo"
Le cante al hermano que Dios me llevo
al padre cobarde que me abandono
le cante a la loca infiel de mi mujer
la que una mañana con otro se fue.
Le cante a ese hombre al que me enseño
que era tan distinto sexo con amor
a ese que ha sido mi primera vez
a el que abrio mi cuerpo para ser mujer.
Pero yo sigo cantando,
este es el vicio que tengo
pero yo sigo cantando
tengo aventuras y sueños.
Pero yo sigo cantando,
y aunque tambien tenga penas
las voy dejando de lado,
las guardo en mis manos como una condena